martes, 17 de enero de 2017

Uganda y un regreso esperado

[Por Diego Martín Yamus] El 4 de septiembre de 2016, la tranquila, modesta vida futbolística de Uganda se revolucionó. El país del este lograba esa tarde con su triunfo 1-0 sobre Comores la clasificación tras 39 años a la Copa Africana de Naciones, de la que es uno de los 16 participantes y uno de los más sorpresivos. En realidad, tranquila y modesta fue su historia estas décadas, porque justamente en su anterior presencia, los Grullas marcaron una inolvidable actuación, la más grande de todos sus tiempos, a pesar de no ganar el título.
El fútbol en sus tierras comenzó en los años 20 con la creación de la Uganda Football Federation (1924), pero recién se afilió a la FIFA y la CAF en 1959, y su vida comenzó meses antes a su independencia del Reino Unido en octubre de 1962. Fue en enero de ese año que la suerte lo colocó en la tercera Copa Africana, en Etiopía. Por sorteo fue beneficiado con un lugar y debutó en el torneo pero perdió con Egipto y Túnez, terminando cuarto entre los cuatro participantes. Luego volvió en 1968 en la misma Etiopía, gracias al retiro de su rival Egipto, y consiguió llegar a Egipto 1974 y nuevamente Etiopía 1976, pero siempre quedó afuera en la primera ronda, logrando un solo punto, en el 74 un 2-2 ante Costa de Marfil.

El 26 de junio de 1977, Uganda superó a los fuertes etíopes 2-1 y volvió a la CAN, esta vez en Ghana. Era su tercera participación consecutiva. Y quizá, como dice el dicho, la vencida. Así el conjunto de Peter Okee fue en marzo de 1978 a intentar pasar por primera vez de ronda. Pero no le tocaba precisamente un grupo B fácil: debía lidiar con el campeón reinante Marruecos, el mundialista Túnez y Congo, ganador de la Copa en 1972.

En el Kumasi Sports Stadium de Kumasi, Uganda comenzó a sorprender de entrada. Ese 6 de marzo, marcó en el primer minuto de juego ante los congoleños por medio de Phillip Omondi. Luego, Edward Semwanga a los 31 y Godfrey Kisitu a los 81 redondearon el 3-1 final, la primera victoria en el certamen y, sin saberlo, el inicio de una epopeya. Parecía que la historia adversa se repetiría tres días después, el 9, al caer con Túnez 3 a 1, gol de Sam Musenze a los 71 minutos, una derrota absolutamente previsible. Claro que si quería pasar por primera vez la fase inicial africana, el equipo del este tenía que ganarle al monarca Marruecos. Y no sólo lo hizo, sino de forma tan contundente como llamativa. El 11, en sólo 36 minutos ganó 3 a 0, por intermedio de Kisitu (13´), Nsereko (32´) y Omondi (36´), consiguiendo su mejor éxito hasta allí y clasificándose por fin a una semifinal.

Lógicamente la prueba era cada vez más exigente. De jugar con sus vecinos regionales, Etiopía, Kenia, Tanzania, Mauricio, a codearse con los poderosos de África. Porque en la semifinal el 14 de marzo, otra vez en Kumasi, su escollo era ahora Nigeria, un grande histórico, aunque aún no había logrado nada importante. Ante diez mil personas, Uganda se puso en ventaja por Abbey Nasur a los 11 minutos. Pero en el segundo tiempo Martins Eyo igualó a los 9. Sin embargo, cuatro minutos más tarde Phillip Omondi apareció por tercera vez en la red y concretó la hazaña de vencer a las Aguilas 2 a 1 y llegar, contra todo pronóstico, a la mismísima final continental, y con el local y aguerrido Ghana.
Aquel 16 de marzo, el Accra Sports Stadium, en la capital ghanesa, era el escenario del partido decisivo. Y esta vez no había 5 o 10000 espectadores, sino 60000 locales que se agitaban por su país. Uganda salió a la cancha con estas once ilusiones: Ssali; Kirunda, Semwanga, Lwanga, Musenze; Nasur, Nsereko, Omondi, Kiganda; Kisitu e Isabirye. Y ellos ofrecieron buena resistencia a la poderosa escuadra anfitriona. Hasta que a los 38 minutos Opoku Afriyie marcó el primer gol. Y en el segundo tiempo, entraron Lubega por Nasur y Mwesiga por Kisitu, pero no sirvió de nada ya que a los 19, otra vez Afriyie anotó y sentenció el partido, el título y el segundo puesto de los bravos Grullas. Que coronaron igualmente un subcampeonato decoroso, impensado, y que les valió tener dos valores en el equipo ideal: Moses Nsereko y Phillip Omondi.

Fue la mejor actuación histórica ugandesa, que por décadas no volvió a un logro semejante, más allá de sus muchas conquistas en la Copa CECAFA. Tanto, que recién este 2017 ha retornado a la gran Copa continental. Ese 1978, esos 16 jugadores fueron héroes. Timothy Ayiekho, Fred Isabirye, Mike Kiganda, Jimmy Kirunda, Godfrey Kisitu, Mohamed Lubega, Tom Lwanga, Ashe Mukasa, Sam Musenze, Barnabas Mwesiga, Abbey Nasur, Moses Nsereko, Phillip Omondi, Polly Ouma, Edward Semwanga y Paul Ssali quedaron para siempre en el corazón de sus aficionados, y en el recuerdo de la historia africana grande.

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